viernes, 26 de diciembre de 2008

Mitos y verdades sobre el cerebro




No es cierto que usemos sólo el 10% ni que la música de Mozart haga más inteligentes a los bebés. Su funcionamiento, sin embargo, sí puede mejorar gracias a los videojuegos. Nos permite realizar complicados cálculos o tomar decisiones sin pensar y requiere menos energía que la bombilla de una nevera.


- Beber no destruye neuronas. Beber en exceso durante muchos años da lugar a que se reduzca el tamaño del cerebro pero, por lo general, se trata de un fenómeno reversible. El vino tinto puede incluso proteger el cerebro, al reducir el riesgo de derrames cerebrales, siempre y cuando la dosis oscile entre dos vasos a la semana y hasta tres vasos al día como máximo.

- Escuchar a Mozart no hace más listo a un bebé. Este mito surge de una investigación realizada entre estudiantes de enseñanza superior que detectó que esa actividad producía un efecto limitado, que duraba sólo media hora. Sin embargo, aprender a tocar un instrumento musical se asocia con un incremento de la capacidad para el razonamiento espacial.

- Es falso que sólo empleemos el 10%. En Estados Unidos, esta aseveración apareció por primera vez en los escritos de Dale Carneige, un autor de libros de autoayuda que no era científico. Carneige citó mal un pasaje del psicólogo William James, quien en realidad había afirmado que utilizamos apenas una fracción del potencial del cerebro.
El mito del 10% es la falsa creencia sobre el cerebro más extendida, pues apela a nuestro deseo de mejorar. Hoy en día los científicos saben que la totalidad del cerebro es necesaria para su funcionamiento normal, tal como demuestran las consecuencias de los derrames o daños cerebrales. Incluso el daño limitado a una parte muy pequeña del cerebro puede detectarse por los síntomas neurológicos.

- La fuerza de voluntad aumenta cuando logramos algo. Es como un músculo y puede entrenarse. Después de llevar a cabo una tarea que requiera autocontrol, las personas ya no acometen una segunda tarea con el mismo grado de esfuerzo, aun cuando una y otra tareas no tengan nada que ver. Esta reserva común de fuerza de voluntad se va fortaleciendo con la práctica. En consecuencia, la disciplina acrecienta la fuerza de voluntad.



... continuará...

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