jueves, 18 de febrero de 2010

El proyecto HAARP: Máquinas para modificar y controlar el tiempo


HAARP: High Frequency Advanced Auroral Research Project (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia).

Se trata de un proyecto de la Fuerza Aérea norteamericana desarrollado en unas instalaciones militares situadas en Gakona, Alaska, que consiste en 180 antenas funcionando en conjunto como una sola antena con una potencia de 1 GW con ondas de radio de alta frecuencia, que penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de los elecrojets aureales.

Los pulsos emitidos artificialmente estimulan la ionosfera creando ondas que pueden recorrer grandes distancias a través de la atmósfera inferior y penetran dentro de la Tierra para encontrar depósitos de mísiles, túneles subterráneos, o comunicarse con submarinos sumergidos, entre mucha otras aplicaciones.

Para entenderlo mejor, conviene definir lo que se denomina "Electrojet aureal": se trata de una electricidad existente que se encuentra "flotando" sobre la Tierra. Al depositar energía en ella se cambia el medio, cambiando la corriente y generando ondas LF (Low Frecuency) y VLF (Very Low Frecuency).

HAARP enviará haces de radiofrecuencia dentro de la ionosfera con la intención de acercar el electrojet a la Tierra para aprovecharlo en una gran estación generadora.

Los "electrojet" afectan al clima global. Algunas veces durante una tormenta eléctrica llegan a tocar la Tierra, afectando a las comunicaciones y suministros eléctricos e incluso alteraciones en el estado del ser humano.

El propio creador del calentador ionosférico del proyecto HAARP, Bernard Eastlund, asegura que su invento podría, también, controlar el clima. Una afirmación que ha llevado a Begich a concluir que si el HAARP operase al cien por cien podría crear anomalías climatológicas sobre ambos hemisferios terrestres, siguiendo la teoría de la resonancia tan empleada por Nikola Tesla en sus inventos. Un cambio climatológico en un hemisferio desencadenaría otro cambio en el otro hemisferio. Una posibilidad que no se debe descartar, sobre todo a tenor de las opiniones de científicos de la Universidad de Stanford, que aseguran que el clima mundial podría ser controlado mediante la transmisión de señales de radio relativamente pequeñas, a los cinturones de Van Allen. Por resonancia, pequeñas señales activadoras pueden controlar energías enormes.

HAARP se puede considerar como un verdadero "calefactor" de la alta atmósfera, provocando una ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta. Estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas o prolongar sequías sobre territorio de un supuesto enemigo, y perjudicándolo sin que éste se diera cuenta sin más … ¿ ficción ?.

El proyecto es tan controvertido como peligroso. Sus defensores aducen un sinfín de ventajas de carácter científico, geofísico y militar, pero sus detractores están convencidos de que podrían tener consecuencias catastróficas para nuestro planeta, desde arriesgadas modificaciones en la ionosfera, hasta la "manipulación de la mente humana".

De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, HAARP forma parte de un sistema integrado de armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras:
"Se relaciona con cincuenta años de programas intensos y crecientemente destructivos para comprender y controlar la atmósfera superior. Sería precipitado no asociar HAARP con la construcción del laboratorio espacial que está siendo planeado separadamente por los Estados Unidos. HAARP es parte integral de una larga historia de investigación y desarrollo espacial de naturaleza militar deliberada. Las implicaciones militares de la combinación de estos proyectos son alarmantes… La capacidad de la combinación HAARP/Spacelab/cohete espacial de producir cantidades muy grandes de energía, comparable a una bomba atómica, en cualquier parte de la tierra por medio de haces de láser y partículas, es aterradora. El proyecto será probablemente "vendido" al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono".

Fuera de la manipulación climática, HAARP tiene una serie de otros usos relacionados: "HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta intensidad podría también afectar a los cerebros humanos, y no se puede excluir que tenga efectos tectónicos", según Begich. Es más, según él, los sistemas electromagnéticos podrían ser empleados incluso para provocar trastornos fisiológicos de importancia moderada o grave, tales como distorsiones perceptibles y/o desorientación, y hasta para estimular las capacidades paranormales de determinados individuos.

La evidencia científica reciente sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras.

¿Cómo se alteraría el clima con este proyecto?

Se ha sugerido en diversos trabajos científicos que los vientos de la alta altmósfera juegan un papel importante en el chorro, que a su vez controla las estructuras de tiempo en superficie. Otros autores han estudiado el “auroreal electrojet”, y han encontrado que existe una relación muy estrecha con los vientos a 80 km de altura. Por lo tanto los sistemas electrojet–vientos troposféricos están, aparentemente, correlacionados.

Por ello, uno de los objetivos del HAARP es modular las corrientes del electrojet y así afectar a la intensidad y dirección de los vientos zonales y del chorro. Por otra parte, el poder “calentar” ciertas zonas hostiles del globo podría generar las condiciones meteorológicas para producir sequías.

Las primeras pruebas operativas del proyecto se realizaron en el 2004.

Página web oficial del proyecto HAARP: http://www.haarp.alaska.edu/

Información oficial del Parlamento Europeo sobre el proyecto:
http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+REPORT+A4-1999-0005+0+DOC+XML+V0//ES

Extraído: "(...) El 5 de febrero de 1998 la Subcomisión de Seguridad y Desarme del Parlamento Europeo celebró una audiencia sobre, entre otras cosas, el HAARP. Se invitó a representantes de la OTAN y de los EE.UU., pero declinaron la invitación. La subcomisión lamenta que los EE.UU. no enviaran a un representante para responder a las preguntas o aprovechar la oportunidad de comentar el material presentado (...)".



La supuesta capacidad del HAARP para influir sobre la mente humana se le atribuye principalmente a las denominadas "teorías conspirativas" (Begich) y al parecer no hay (al menos de momento) evidencias claras de que sea posible.

Aunque aquí se difunde la opinión de ciertos científicos reconocidos (
Elizabeth Rauscher, Rosalie Bertell...) que advierten de la posibilidad de modificar el clima, otros muchos científicos niegan que el HAARP tenga esta capacidad.