domingo, 29 de noviembre de 2009

El Ejército Negro (II)



Pese a que la historia oficial soviética siempre recalcó que ambos ejércitos eran uno solo, la realidad es que eso es falso. Los bolcheviques se sabían cada vez más débiles, combatiendo contra el Ejército Blanco y aliados, y carecían de infraestructuras y recursos para equipar, trasladar y alimentar efectivos. La posibilidad de que el Ejército Negro y el Verde pelearan contra los ejércitos blancos en Ucrania era la deseada por los bolcheviques, por lo que los soviets siempre se mostraron generosos a la hora de ofrecer hombres a cualquiera de esos dos bandos.

Los bolcheviques respetaban la bandera negra y el territorio conquistado por el Ejército Negro. A cambio, el Consejo de Insurgentes permitió instalar un soviet provisional en su territorio: El Soviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes. Lo que en un principio fue un soviet de carácter ejecutivo de carácter anarco-comunista, no tardó en provocar conflictos entre campesinos y obreros, ya que éste tenía la obligación de aplicar leyes y restricciones de libertad ordenadas desde Moscú, y los campesinos makhnovistas no reconocían ninguna autoridad superior a ellos, salvo la que ellos se quisieran imponer.

A juicio de los bolcheviques, Makhno se comportaba con excesiva autonomía, pues desarrollaba actividades que pronto chocaron con los comisarios políticos enviados por el Ejército Rojo desde Moscú. El aspecto esencial, es que Makhno no ordenaba coaccionar la libertad de actuación de los campesinos y acudía en su defensa cuando eran agredidos. Eso provocó numerosas escaramuzas entre pro-soviéticos y anarquistas, lo cual implicó un conflicto político.

No se produjo un enfrentamiento entre los ejércitos Rojo y Negro porque las malas relaciones entre los anarquistas y los comunistas coincidieron con la gran ofensiva del Movimiento Blanco en verano de 1919, apoyado por los que fueron aliados de Rusia durante la Primera Guerra Mundial y los sectores burgueses, mencheviques y prooccidentales del Ejército Verde.

Primera ofensiva de Denikin y Alianza con el atamán Grigóriev

Maknho sabía que tarde o temprano su sociedad anarquista sería engullida por uno de los enemigos, si bien la profunda admiración que sentía por Lenin lo mantenía convencido de poder llegar a un acuerdo con él.

En enero de 1919, el Estado Mayor del Movimiento Blanco ordena una retirada gradual de las tropas nacionalistas ucranias del Ejército Verde. La orden es aceptada por los nacionalistas, y esa subordinación no es aceptada por Grigóriev (Ejército Verde) y declara a sus tropas en rebeldía. Por ello, En febrero ataca al Ejército Verde, bajo el estandarte de la bandera roja pese a no tratarse él de un bolchevique. Se entiende que el uso de esta bandera fue debido a la voluntad común de los bolcheviques y de las tropas de Grigoriev.

En abril de 1919, el ejército de Grigoriev expulsó a los aliados del Ejército Blanco. A partir de ese momento la actividad de las chekas bolcheviques fue en aumento en las principales ciudades ucranianas, así como los saqueos de los campos ucranianos ordenados para el mantenimiento de las unidades de combate del Ejército Rojo. Estos saqueos trajeron consigo matanzas y fusilamientos de familias enteras de campesinos y obreros anarquistas y nacionalistas.

Existen datos que inducen a pensar que, a pesar de su victoria sobre los ejércitos de ocupación bajo bandera roja, las órdenes de Moscú eran claras respecto a Grigoriev: debía ser eliminado de forma inteligente porque pese a ser un héroe que luchó bajo la bandera comunista, sus ideas eran incompatibles con las bolcheviques.

Habían existido contactos y acercamientos entre Grigoriev y el Ejército Negro de Makhno, pero tanto la nula conciencia nacional como el arraigado anarquismo del segundo, imposibilitaban cualquier tipo de acuerdo con un nacionalista ucraniano como Grigoriev. Por otra parte, estaba el historial de la participación en pogromos antisemitas de Grigoriev, lo cual equivalía a ser un asesino a ojos de los libertarios.

Los enfrentamientos entre anarquistas y sindicatos bolcheviques eran cada vez mayores. Las consecuencias económicas en este período fueron una fuerte inflación, lo que permitió a los sindicatos argumentar que esa inflación se correspondía con los deseos del Ejército Negro de favorecer a los campesinos que explotaban recursos naturales, a costa de perjudicar a los obreros de las ciudades.

Nada de lo expuesto por los bolcheviques era cierto. La crisis fue debida a que tropas austríacas y alemanas habían acudido en ayuda de las posiciones nacionalistas durante 1917 - 1918; cobrando en forma de producción agrícola. Este cobro, debido a la debilidad económica de Alemania y Austria, pronto se convirtió en saqueos, y éstos aumentaron al encontrarse Ucrania infestada de tropas mercenarias al servicio del Ejército Blanco.

Los soviets locales practicaban políticas incómodas para la población campesina, y fueron produciéndose duros altercados. Ocurren matanzas de campesinos llevadas a cabo por guerrillas bolcheviques apoyadas por efectivos del Ejército Rojo, y se persigue a los dirigentes anarquistas, incluido Néstor Maknho.

En ese momento de conflicto en ciernes, el Jefe del Estado mayor del Ejército Blanco, Denikin, ordenó una ofensiva contra el Ejército Negro en un ataque sorpresa y tomó Gulai–Pole (6 de junio de 1919).

Mikhalev Pavlenko (anarquista ruso) fue apresado por los bolcheviques el 13 de junio de 1919 mientras se dirigía a combatir a las tropas de Denikin en un tren blindado, y ejecutado a los pocos días en Karkhov.

Esta situación fue la que acabó provocando el acuerdo entre dos personalidades tan diferentes como las de Grigoriev y el ejército anarquista, que se firmó el 25 de junio de 1919, probablemente por la política del enemigo común (primero el Ejército Verde y después los bolcheviques).

Los bolcheviques, horrorizados por la posibilidad de tener como enemigos a los Ejércitos Blanco, Verde y Negro; decidieron que la única forma de no ser aniquilados en una zona tan difícil de dominar como Ucrania, era romper la sociedad que formaban Grigoriev y Makhno, que unía a varios millones de personas.

La forma como el Ejército Negro ejerce su soberanía en Ucrania es vista con escepticismo desde Moscú y disgusta a los bolcheviques, cuyas chekas carecen del beneplácito para politizar la sociedad. Trotski plantea por vez primera la posibilidad de eliminar al Ejército Negro, formado por anarquistas sin la menor voluntad de someterse al proyecto leninista. Los enfrentamientos entre bolcheviques y anarquistas son cada vez mayores, y al parecer Lenin entiende que el principal culpable es el Capitán Grigoriev que, al contrario que Makhno, nunca ha confiado en los bolcheviques.

La relación entre los Ejércitos Rojo y Negro no había empeorado pese a la serie de asesinatos, por la sencilla razón de que a los bolcheviques no les interesaba que así fuera y el Ejército Negro no tenía otra opción. En primer lugar el Ejército Negro era correoso y atemorizaba a los enemigos con sus rápidos y devastadores ataques, y en segundo porque los bolcheviques consideraban a Makhno más afin a sus ideales que a Grigoriev, y era inútil deshacerse de Majno y dejar con vida a Grigoriev.

Al contrario que Makhno, Grigoriev (que sí luchó bajo bandera roja, algo que Makhno nunca hizo) pensaba que era más fácil un entendimiento con las fuerzas del Ejército Blanco que con los bolcheviques a pesar de las ideas contrarias de Makhno, a cuyas espaldas se carteó con los nacionalistas pro-Blancos.

Cuando Grigoriev se batía en retirada tras la ofensiva demoledora del Ejército Blanco de Denikin en verano de 1919, fue llamado por Makhno a un Congreso que estaban celebrando los anarquistas.

Según la historia oficial soviética, Makhno se consideró traicionado y ordenó el asesinato de Grigoriev después de que los bolcheviques le hicieran llegar una carta escrita por éste a Symon Petlyura, nacionalista ucraniano del Ejército Verde, que colaboró con la Entente europea que pretendía conquistar Ucrania.

Las fuentes makhnovistas atribuyen el asesinato a un discurso reaccionario de Grigoriev en un congreso anarquista. Al parecer dicho discurso fue desarmado por Makhno, y Grigoriev, al sentirse avergonzado empuñó un arma y llamó a la lucha a su guardia personal, provocando un tiroteo que se resolvió en pocos minutos.
El Ejército Negro moviliza por entonces a más de 15.000 hombres, muchos procedentes del Ejército Verde, y a mediados de 1919 parece ser la única fuerza armada en disposición de combatir el avance del Ejército Blanco en Ucrania, reforzado por nacionalistas del Ejército Verde, ingleses, franceses y polacos...

El General Denikin se demora en su ataque final sobre Moscú, debido en parte a las tropas que aún mantiene en el Sur de Ucrania luchando contra el Ejército Negro y con las que contaba para la ofensiva final. A finales de septiembre de 1919 el Ejército Blanco, en mayoría numérica, persiguió a los makhnovistas hasta obligarles a combatir a campo abierto. Combatieron durante dos días, al cabo de los cuales el Ejército Blanco huyó después de perder dos regimientos. En ese momento incierto para el Estado Mayor ruso, varios regimientos del Ejército Negro atacan sorpresivamente el grueso del ejército de General Denikin y en la batalla de Uman los aniquilan casi completamente, ocupando, también por sorpresa, las principales ciudades. Las tropas del Ejército Negro atacaban con una movilidad asombrosa, destruyendo tres regimientos Blancos en tres días, durante los cuales completaron un avance de más de 350 kilómetros.

La expansión makhnovista quebró la moral enemiga. El Ejército Negro conquistó puestos clave para el aprovisionamiento de las tropas británicas que avanzaban hacia Moscú. La interrupción de la ruta de aprovisionamiento debilitó sobremanera al Ejército Blanco y a sus aliados.
A partir de entonces el Ejército Negro mantuvo el control de Ucrania durante varios meses, mientras el Ejército Rojo devastaba los retazos del Ejército Blanco que quedaban en tierras rusas sin forma de aprovisionarse.

Poco después, los bolcheviques vuelven a entrar en Ucrania y en poco tiempo el poder soviético impregna a toda la sociedad. Para evitar conflictos mayores, la cheka no se moviliza contra los campesinos, pero muchos desaparecen. Los campesinos y el resto de anarquistas se rebelan continuamente contra las decisiones que el soviet toma por ellos. Los enfrentamientos entre bandas anarquistas y obreros bolcheviques son constantes en las grandes ciudades, mientras que en las aldeas, la implicación con la causa anarquista es total.

En primavera de 1920 el Consejo de Insurgentes, cerebro del Ejército Negro, recibe órdenes de Moscú para trasladar sus regimientos a la frontera polaca en auxilio del Ejército Rojo que está siendo golpeado con severidad en el frente occidental. El Consejo de Insurgentes liderado por Makhno se niega. Estalla entonces una guerra cruenta entre ambos ejércitos, que dura varios meses.

En la misma primavera de 1920 los bolcheviques incursionan en Gulai-Pole, arrestando y fusilando a Lepetchenko y a Sawa Makhno, hermano mayor de Néstor Makhno.
Durante esa misma primavera de 1920 el Barón de Wrangel recompone el Ejército Blanco reagrupando las derrotadas tropas de Denikin. Por su parte el Consejo de Insurgentes decide que el principal peligro es el Ejército Blanco. La petición de paz es enviada a Moscú pero el Ejército Rojo no contesta.

Estos movimientos son aprovechados por los servicios de propaganda soviética, que acusan nuevamente al Ejército Negro de planear una alianza con el Movimiento Blanco. Pero tales conversaciones nunca existieron.

Durante estos meses se produce una epidemia de tifus entre las tropas del Ejército Negro, y mueren algo menos de la mitad de los combatientes.

Los actos de guerra continúan, de manera que el Ejército Negro es debilitado aún más por los Ejércitos Blanco y Rojo, hasta el punto de que en ocasiones el Ejército Negro es atacado por el Rojo mientras se bate en retirada ante una ofensiva Blanca. Los heridos y enfermos, suelen ser llevados a poblados anarquistas que son frecuentemente asaltados.

Durante el verano de 1920 el Barón de Wrangel recupera numerosas ciudades ucranianas y expulsa al Ejército Rojo de la región, mermando las tropas bolcheviques, que debieron retirarse. Entonces accedieron a mantener conversaciones de paz con los anarquistas.

Ambos bandos liberaron prisioneros. Se habló de conceder varios departamentos ucranianos a los anarquistas, para que pudieran desarrollar en ellos sus “ensayos sociales”. El acuerdo final fue muy favorable a los bolcheviques, obteniendo los anarquistas como recompensa la retractación de los bolcheviques, que negaron que los insurgentes pretendieran aliarse con el Ejército Blanco.
Producto del Tratado de Paz, en otoño de 1920 ambos ejércitos se comprometieron a actuar conjuntamente, posponiendo el acuerdo final ante la inminencia de responder a las agresiones del Ejército Blanco.

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