miércoles, 3 de agosto de 2011
¿Quiere ganar en Bolsa? Contrate a un psicópata
“Narcisismo, capacidad para mentir y manipular, frialdad de ánimo, ausencia de remordimiento…” No se trata del retrato robot de un asesino en serie sino de un ladrón de guante blanco tal y como los retrató Edwin Sutherland en su clásico “Ladrones profesionales” (1939). Los brokers de aquella época eran unos aficionados comparados con los que han venido luego: Bernard Madoff, Mario Conde, Larry Summers o Antonio Camacho, fundador de Gescartera, todos émulos de Gordon Gekko, el personaje que interpretó Michael Douglas en “Wall Street”.
Antes de que alguien me acuse de demagogo por aplicar la etiqueta de “psicópata” a los agentes de bolsa, veamos los hechos. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Carnegie Mellon en 2005 puso de manifiesto que individuos con ciertas lesiones cerebrales lograban mejores rendimientos en el mercado bursátil que personas sanas. Los que sufrían daños cerebrales tendían a tomar riesgos inasumibles para el resto de las personas a la hora de invertir; la frialdad, la carencia de sentimientos y la falta de remordimientos convertía a estos “psicópatas funcionales” en los inversores perfectos.
Esto no sería mayor inconveniente (un puesto de trabajo idóneo para un discapacitado = albricias) si no fuera por un pequeño detalle: desde los años 90 la economía financiera —casi enteramente especulativa— ha sobrepasado con mucho el tamaño de la economía “real”. La bolsa de valores, que se creó para que las empresas encontraran financiación, se ha convertido en un gigantesco casino en el que cualquier actividad es susceptible de recibir apuestas: desde el precio del cacao en Sierra Leona a las pensiones de los jubilados alemanes. En otras palabras, la economía mundial está casi enteramente en manos de un puñado de psicópatas que, desde Londres, Nueva York, Tokio y Frankfurt, dan rienda suelta a su narcisismo, derribando economías (Irlanda, 2010) o monedas nacionales (como hizo George Soros, que ahora purga sus culpas, con la libra esterlina en 1992).
El daño causado por la ingeniería financiera a la economía mundial está magistralmente relatada en el documental "Inside Job". Uno de los entrevistados en la película es Andrew Lo, director del Laboratorio de Ingeniería Financiera del MIT, que cuenta ante las cámaras: “Se ha comprobado en pruebas con resonancia magnética que las partes del cerebro que se activan a la hora de ganar dinero son las mismas que se estimulan con la cocaína”.
El psiquiatra José Antonio García-Andrade, que dedicó un capítulo de su libro “Psiquiatría criminal” a los delincuentes de cuello blanco, hace un análisis freudiano del comportamiento de los “amos del Universo”, como los llamaba Tom Wolfe: “A menudo, la exploración psiquiátrica de estos individuos revela una rivalidad con el padre no superada. Esta rivalidad le lleva a querer siempre más, a pretender superar al padre incesantemente”.
La búsqueda obsesiva de poder, dinero y reconocimiento lleva a los brokers a tomar enormes riesgos. No en vano, hablamos de “personas impulsivas, amantes del peligro…, lo que forma parte de su personalidad”, resume Jonathan Alpert, un terapeuta que atiende a ejecutivos de alto nivel de Wall Street. Pero las sospechas de psicopatía no solo recaen en los operadores de bolsa, especuladores y ventajistas varios, sino en las corporaciones, los actores principales del gran teatro del capitalismo. Un documental realizado en 2003 y que está viviendo una nueva vida gracias a Internet, "The Corporation", disecciona el comportamiento de las multinacionales como si, en lugar de personas jurídicas, se tratara de seres humanos. La desoladora conclusión es que las corporaciones se comportan como auténticos psicópatas, a tenor de unos rasgos definidos por el Manual de diagnóstico de las enfermedades mentales, entre otros:
-Incapacidad para sentir culpa.
-Desconsideración hacia los sentimientos ajenos.
-Incapacidad de atacar los límites legales de la conducta.
sábado, 30 de abril de 2011
Las delicias del capitalismo: Especulación Alimentaria
Cómo hacerse rico con el hambre de los demás
El economista Juan Torres denunciaba en su libro La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla que en la página web del Deutsche Bank se podía leer un anuncio que decía “¿Quiere recoger los frutos de un posible aumento de los precios de los productos agrícolas? Deutsche Bank, como distribuidor, le propone dos maneras de beneficiarse”. Y a continuación presentaba dos productos financieros a través de SICAV luxemburgueses.Aquí en España, Caixa de Cataluña anuncia su “Depósito 100% natural”. Según afirman, este depósito te da la posibilidad de obtener una rentabilidad muy atractiva condicionada por la evolución de una cesta formada por tres materias primas como el azúcar, el café y el maíz. Es decir, el inversor destina un mínimo de mil euros a un fondo que logra beneficios en la medida en que suba el precio de estos tres productos que, como todo el mundo sabe, son básicos en la dieta y economía de millones de personas del Tercer Mundo. Así, si sube el precio del maíz, miles de personas pasarán hambre mientras el inversor de Caixa de Cataluña gana dinero. “Cómo hacerse rico con el hambre de los demás”, podría anunciar su publicidad.
Gonzalo Fanjul escribe en su blog de El País el post titulado “¿Juega tu banco con el hambre del mundo?” [1] . Allí recuerda que Michael Masters, en la actualidad administrador de fondos de Masters Capital Management, denunciaba hace unas semanas en The Guardian [2] la especulación con los alimentos y afirmaba que "la gente muere de hambre mientras que los bancos hacen su agosto en los alimentos”. Según señala el editor de The Guardian de temas de medioambiente, John Vidal, “se piensa que los mismos banqueros, fondos de inversión y actores financieros cuya especulación en los mercados financieros globales causaron la crisis hipotecaria de las sub-prime están provocando la inflación y el comportamiento 'yo-yo' de los precios de los alimentos. La acusación contra ellos es que aprovechándose de las desregulación de los mercados globales de materias primas, están ganando miles de millones al especular con la comida y causar miseria en todo el planeta”. En su opinión, a mediados de los noventa, debido a las presiones de bancos y fondos de inversión sobre los políticos de Estados Unidos y Gran Bretaña, la normativa sobre mercados de productos básicos fue abolida. De modo que contratos de compra y venta de alimentos se convirtieron en "derivados" que podían ser comprados y vendidos entre comerciantes que no tenían nada que ver con la agricultura. Así nació un nuevo mercado irreal, el de la "especulación alimentaria". Cacao, zumos de frutas, azúcar, alimentos básicos, la carne y el café son ahora productos del mercado mundial, junto con el petróleo, el oro y los metales. Después, en 2006, llegó en Estados Unidos el desastre de las hipotecas de alto riesgo y los bancos y especuladores huyeron en estampida a mover miles de millones de dólares en fondos de pensiones y acciones en mercancías exentas de riesgo, y en especial los alimentos.
Pues bien, ahora ya sabemos que esos especuladores no están tan lejos de nosotros, puede ser nuestro vecino o nosotros mismos y en nuestro mismo barrio puede estar la entidad financiera que utiliza el dinero para lograr que suba el precio de los alimentos básicos a costa de la vida de millones de personas. Eso sí, Caixa de Catalunya tiene también un Depósito Solidario, en el cual se destina el 50% de los intereses que debe cobrar el inversor a un proyecto de su obra social. Es decir, ponen en marcha su obra social con los beneficios de sus clientes no con los del banco.
1.- Fanjul, Gonzalo. “¿Juega tu banco con el hambre del mundo?”. 5-4-21002.- Vidal, John. 23-1-2011The Observer Food speculation: 'People die from hunger while banks make a killing on food'
Fuente: http://amasandos.zoomblog.com/archivo/2011/04/13/como-hacerse-rico-con-el-hambre-de-los.html
miércoles, 9 de marzo de 2011
10 Estrategias de Manipulación
Noam Chomsky elaboró una lista con 10 de las estrategias que emplean los medios de comunicación para mantener controlada a la población. Las estrategias son:
1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar (ver "Armas silenciosas para guerras tranquilas")
"El terror se basa en la incomunicación y el aislamiento " (Rodolfo Walsh)
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: Dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana (Delincuencia), u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de, estrictas, políticas y leyes de seguridad en perjuicio de su propia libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales, privatizaciones y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos (Como se viene haciendo con ciertas privatizaciones). Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado de bienestar mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si se hubiesen aplicado de una sola vez.
4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa, pero necesaria” (Como la actual reforma a la edad de las pensiones del Gobierno y la oposición española), obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “después de esto todo irá a mejor y el sacrificio podrá ser evitado”. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad o enfermos mentales
La mayoría de la publicidad televisiva dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y una entonación particularmente infantil, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más grande sea el engaño al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantil. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos años de edad" (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”).
6. Utilizar el aspecto emocional más que reflexivo
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar Shock, una suerte de corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. (Ejemplo mostrar una y otra vez a víctimas de un desastre, un atentado o de una crisis económica, para utilizarlas como justificante y así llevar a cabo “Decisiones impopulares, pero necesarias”) Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Nada grande se puede hacer con la tristeza" (Arturo Jauretche)
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las técnicas que influyen directamente en él y los métodos utilizados para su control y esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible con el acceso a la menor cantidad de información verdadera, de forma que la distancia de la ignorancia que se planea entre las clases inferiores y superiores parezca, sea y permanezca inalcanzable para las inferiores"
“La mayoría de los profesores enseñan hechos, los buenos profesores enseñan ideas y los grandes profesores enseñan cómo pensar” (Jonathan Pool)
"La ignorancia es el peor enemigo de la civilización, y la ignorancia suele ser, en sus efectos, tan malvada como la propia maldad" (Eugenio María de Hostos)
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es “La moda” ser simple, estúpido, vulgar e inculto. Instando a tratar como a “Bicho raro” a quien piensa más de la cuenta. ¿Irónico no?
9. Reforzar la auto-culpabilidad
Hacer creer, al individuo, que él es el único culpable de su propia desgracia, por causa de su poca inteligencia, mínimas capacidades, o de su insuficiente esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse en contra del injusto sistema económico en el que vive, el individuo se auto-desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “Sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder de manipulación y utilización de los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
sábado, 22 de enero de 2011
La mujer en la religión
Santo Tomás de Aquino, (1225-1274)
“El padre tiene que ser más amado que la madre y merece mayor respeto porque su participación en la concepción es activa y la de la madre simplemente pasiva y material.”S. Th. II-II q. 26 a. 10 ;S. Th. I q. 99 a. 2 ad 2;S. Th. Suppl. q. 64 a. 5 ad 2;S. Th. Suppl. q. 49 a. 4 ad 4;S. Th. II-II q. 56 a. 1;Summa contra gent. III, 122;Summa contra gent. III, 123;
“Como individuo la mujer es un ser endeble y defectuoso.”(S. Th. I q. 92 a. 1)(S. Th. II-II q. 151 a. 3 ad 2).(Summa contra gent. III, 123)
“La mujer es un defecto de la naturaleza, una especie de hombrecillo defectuoso y mutilado. Si nacen mujeres se debe a un defecto del esperma o a los vientos húmedos. Sólo es necesaria para la reproducción.”(S. Th. Suppl. q. 52 a. 1 ad 2)(S. Th. II-II q. 70 a. 3).
San Agustín de Hipona, (uno de los padres de la Iglesia)
“Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer… No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños.” (De civitate Dei 14, 11)
“Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones.”
“Por el buen orden de la familia humana, unos han de ser gobernados por otros más sabios que ellos; por ende, la mujer, más débil en cuanto a vigor de alma y fuerza corporal, está sujeta por naturaleza al hombre, en quien la razón predomina. El padre tiene que ser más amado que la madre y merece mayor respeto porque su participación en la concepción es activa y la de la madre simplemente pasiva y material.”
“la mujer es un ser inferior y no está hecha a imagen y semejanza de Dios. Corresponde, pues, a la justicia así como al orden natural de la humanidad que las mujeres sirvan a los hombres… el orden justo sólo se da cuando el hombre manda y la mujer obedece”.
San Juan Crisóstomo
“Qué otra cosa es la mujer sino una enemiga de la amistad, un castigo inevitable, un mal necesario, un tentación natural, una calamidad deseable, un peligro doméstico, un detrimento deleitoso, una naturaleza ruda pintada con bellos colores”.
“Las mujeres están hechas esencialmente para satisfacer la lujuria de los hombres”.
Papa Pío XII (Papa desde 1939 hasta 1958)
“La sociedad doméstica que es el matrimonio debe ser reforzada por el orden del amor que implica la primacía del marido sobre la mujer y los hijos y la sumisión solícita de la mujer así como su obediencia espontánea.”
Papa Pío II (Eneas Silvio, Papa desde 1458 hasta 1464)
"Si ves a una mujer, piensa que es el Diablo, una especie de infierno".
San Francisco de Asís
"Quien tiene trato con mujeres está tan expuesto a que su espíritu se ensucie como lo está quien atraviesa el fuego a que las suelas de sus sandalias se chamusquen".
Primera carta de San Pablo a los Corintios
“Quiero, pues, que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo; la cabeza de la mujer, el hombre, y la cabeza de Cristo, Dios (…) Toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza. El hombre no debe cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del hombre. Pues no procede el hombre de la mujer sino la mujer del hombre, ni fue creado el hombre para la mujer, sino la mujer para el hombre”. (cap. 10, vers. 3 al 10)
“Las mujeres callen en las reuniones, pues no les está permitido hablar; antes bien, estén sometidas, como dice la Ley. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos, pues no es decoroso que la mujer hable en las asambleas”.(cap. 14, vers. 34 al 35)
San Odón (segundo abad de Cluny)
“Si las personas pudiéramos ver lo que se esconde bajo la piel, mirar a una mujer sólo nos provocaría vómitos (…) Si ni siquiera podemos tocar la mucosidad y el fiemo con la punta del dedo: ¿por qué ansiamos con tanto celo abrazar el propio recipiente de la suciedad?”.
Sínodo de Turnau, 1611, presidido por el cardenal Forgats y en presencia del nuncio papal
"Toda maldad es pequeña frente a la maldad de la mujer. La impiedad del hombre es mejor que una mujer buena".
Martín Lutero
"Si ven ustedes cómo son débiles y poco saludables las mujeres estériles; aquéllas bendecidas con muchos niños son más saludables, limpias y alegres. Pero si eventualmente se agotan y mueren, no importa. Que mueran dando a luz, que para eso están".
Para encontrar un análisis más detallado: http://www.sindioses.org/sociedad/machismo.html
jueves, 30 de diciembre de 2010
Empresas recuperadas en Argentina
Las empresas recuperadas son aquellas en las que sus propios trabajadores han tomado el control de las mismas. Muchas veces tras una situación de supuesta quiebra.
La acción de tomar empresas y hacerlas producir por parte de los mismos trabajadores de éstas, dejando a un lado a los patrones, tiene precedentes notables en las ocupaciones de fábricas de la Italia de los años 1920's.
De este modo, las tradicionales empresas jerárquicamente dirigidas por un jefe o grupo de jefes, pasan a ser cooperativas autogestionadas, donde son los trabajadores quienes deciden en asamblea las decisiones que les afectan.
Aunque hay numerosos casos de empresas recuperadas y cooperativas autogestionadas, vamos a centrarnos en el caso de Argentina:
Argentina ha sido un escenario en donde se han implementado y aplicado sistemáticamente políticas económicas de corte neoliberal. Esto condujo a una situación de crisis estructural cuyo atravesamiento se instaló en todas las dimensiones posibles de la crisis: económica, política, de legitimidad, de representatividad, de hegemonía, de contra hegemonía, y social.
Las medidas políticas, como privatización de empresas estatales de servicios, apertura de aduanas a todo tipo de productos extranjeros, inversiones y prestamos a altas tasas de interés, especulación financiera de los mercados... condujeron a una des-industrialización del país, con el correlato de desempleo en forma masiva (desempleo superior al 25%), empobrecimiento de más de la mitad de la población –36millones de habitantes- que acrecentó en forma desmedida la brecha entre ricos y pobres.
La concentración de la riqueza fue la dirección en la que gobierno y mercado se asociaron para instrumentar todo su accionar.
La corrupción fue también estructural, desde adentro en todas las áreas: económico, judicial, social y desde afuera, no faltaron desde luego, socios también para conjurar todo un sistema perverso en el que cada día ingresaban a la pobreza y marginación miles de mujeres y hombres.
El país fue así llevado a la tercer-mundialización.
Frente a este escenario de carencias, en tanto necesidades básicas y ante la amenaza de un futuro en peores condiciones estaban los trabajadores, engrosando las cifras de desocupados.
Empresas que cerraban por quiebras, muchas de las veces fraudulentas o bien porque sus dueños las abandonaban. Los trabajadores de algunas de estas empresas optaron por defender sus puestos de trabajo. Tomaron las fábricas abandonadas y decidieron poner en marcha la producción de las mismas, “recuperándolas y haciéndolas suyas”.
Estas decisiones no fueron fáciles y significaron toda una serie de acciones de resistencia y lucha de toda índole. Debieron soportar la represión policial, presiones legales, económicas y sociales.
El Movimiento de Empresas y Fábricas recuperadas:
El fenómeno de recuperación de empresas en Argentina se enmarca dentro de los nuevos movimientos sociales de resistencia al modelo neoliberal vigente. Piqueteros, movimiento de desocupados, asambleas barriales, MNER se suman y solidarizan mutuamente constituyendo el tejido asociativo de resistencia y lucha en una Argentina que ha sido desvastada sistemáticamente.
Ocupar, resistir, producir es la voz reinvicativa del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, voz que hoy se alza a más de 190 empresas.
De este modo, se organizan los trabajadores al margen del poder político-económico. En realidad se generan desde lo que ha excluido, marginado el poder en sus distintas dimensiones.
Son los trabajadores que, despojados de sus puestos de trabajo, emprenden la lucha de recuperación cuando la patronal deja de pagar sueldos, o abandona las fábricas cuando éstas no ofrecen la rentabilidad ambiciosa que caracterizó la lógica del empresario.
La estrategia es simple y clara: recuperar las fuentes de trabajo. Es la lucha de la lógica, del derecho a trabajar, frente a la lógica perversa del capitalismo .
Los instrumentos que se han implementado para concretizar las luchas en los diferentes frentes ha sido el de constituirse en cooperativas.
La cooperativa es la forma asociativa y legal que han adoptado para enfrentar al Estado y al sistema jurídico, ante la amenaza y decisión de quiebra de las fábricas por parte del juez/a competente, la posibilidad que se abre en ella es la de ser cedida a los trabajadores.
Por supuesto que esta decisión pertenece a un juez/a y sólo gracias a la presión tenaz de los trabajadores, apoyo de asambleas barriales, comunidades, MTD y alguna que otra repercusión mediática se ha logrado la recuperación de las diferentes empresas
En todos los casos la forma organizativa es la representación directa y soberana asamblearia, en donde la horizontalidad es el motor organizativo.
Que los medios de producción pasen a manos de los trabajadores resignifica una cultura del trabajo distinta a toda experiencia anterior vivida por los compañeros. La lógica es otra, la autogestión, con su poder en la toma de decisiones, se contrapone a responsabilidades que antes sólo le competían a los dueños de las unidades productivas, la igualdad en los ingresos, de todos los trabajadores, deja atrás los salarios según escala jerárquica, la solidaridad da la espalda a la competencia.
En el espacio físico de la fábrica opera también otra transformación en el plano simbólico. La fábrica es recuperada para abrirse al afuera. La comunidad la hace propia desde distintos lugares: el conflicto deja de ser exclusivo de los trabajadores y se convierte en una realidad a reivindicar por el barrio, pueblo o comunidad. La fábrica abre sus puertas para convivir en ella, expresiones artísticas, centros culturales, centros de formación, de educación formal (bachillerato para jóvenes y adultos), atención sanitaria...
La fábrica pasa así a convertirse de un espacio privado a un espacio público.
Cada compañero/a que hoy ha recuperado su puesto de trabajo con esta modalidad ha vivenciado en su subjetividad procesos de recuperación en todos los sentidos posibles: recuperación de la autoestima frente al peligro de engrosar las filas de desocupados, recuperación del sentimiento de compañerismo y solidaridad frente al auge del individualismo exacerbado de la década menemista, y sobre todo un sentimiento de triunfo que se concientiza ante cada pequeño paso logrado.
El MNER se define como un movimiento autonómico de todo poder y que se ha construido desde el accionar de las bases. Desde sus prácticas han ido construyendo valores contrapuestos a los hoy hegemónicos. Accionan desde la cotidianeidad y en esa cotidianeidad construyen el futuro, dando prioridad a la sociedad civil sobre el Estado.
La lista de empresas recuperadas comprende un espectro de singularidades y cada una de ellas es el resultado de una complejidad para la resolución de las distintas dimensiones del conflicto. Desde la reciente recuperación de una fábrica de 400 trabajadores hasta una escuela o una clínica conforman la diversidad y al mismo tiempo la unidad.
Y desde esta mirada el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas es un acontecimiento, una nueva forma de resistencia social a lo hegemónico.
domingo, 7 de noviembre de 2010
Comportamientos en los monos contradicen las teorías económicas clásicas
Los monos tienen un sentido de la justicia similar al de los humanos.
La igualdad se descubre como una necesidad para la vida de los grupos complejos.
Una investigación realizada por primera vez para estudiar los comportamientos económicos de los monos capuchinos ha descubierto que los primates no humanos responden negativamente a una distribución injusta de la recompensa, llegando incluso a no realizar nuevos trabajos si se sienten injustamente tratados. De esta forma, el sentido de la justicia emerge como una capacidad innata en nuestra especie, ajena a la cultura, que además ha evolucionado desde nuestros antepasados los primates manifestándose como una necesidad para la vida de los grupos complejos. Por Vanessa Marsh.
El sentido de la justicia es una necesidad para la vida de los grupos complejos y constituye una capacidad innata en nuestra especie que ha evolucionado desde nuestros antepasados los primates, según se desprende de los resultados de una investigación desarrollada para determinar el sentido de la justicia en grupos de monos capuchinos. La investigación, que ha sido desarrollada por Sarah Brosnan y Frans de Waal, del Yerkes National Primate Research Center de Atlanta, adscrito a la Universidad Emory, pudo determinar que los primates no humanos responden negativamente a una distribución injusta de la recompensa, una reacción habitual en los seres humanos atribuida a un sentido universal de la justicia presente en la cultura de nuestra especie.
Los investigadores trabajaron con monos capuchinos, a los que entrenaron para realizar pequeños trabajos a cambio de una recompensa con comida. Cuando están solos, estos primates se conforman con cualquier regalo, pero actúan de manera diferente cuando el tratamiento es colectivo. Cuando están en grupos, los primates que reciben menos comida que otros rechazan la recompensa si constatan que un compañero de su especie recibe mayor cantidad de comida por un trabajo igual o menor, llegando incluso a no realizar nuevos trabajos si se sienten injustamente tratados, lo que constituye la manifestación más primaria del ejercicio de la huelga.
Sarah Brosnan, una de las investigadoras que participó en el experimento, le dijo a la BBC: "Lo más interesante es la sugerencia de que la cooperación humana es más efectiva si hay sentido de justicia".
"A veces, ignoraban la recompensa, otras veces la aceptaban para después tirarla", agregó.
A los científicos no les sorprendió que los monos demostraran cierto sentido de justicia, pero les llamó la atención cuando rechazaron una compensación que había sido aceptada.
Eso si, dijo Brosnan: "Nunca reaccionaron en contra del mono que había recibido más, ni tampoco los culpaban".
Anclaje en los instintos
Este comportamiento se consideraba hasta ahora típicamente humano y fruto de la evolución de nuestra civilización, ya que los humanos, incluso desde niños, rechazamos con frecuencia una recompensa o compensación que no se corresponda con lo que consideramos apropiado o justo. Por este motivo, el descubrimiento constituye un motivo de reflexión acerca de la naturaleza del sentido de la justicia en nuestra especie y del así llamado afán de lucro, ya que como sugieren científicos de Harvard, el sentido de la justicia puede basarse más en una facultad moral innata (pero no exclusiva de nuestra especie), que en una reflexión lógica, producto de una tradición cultural.
Para los autores de esta investigación, primera en su género, ha quedado de manifiesto la existencia de una sensibilidad instintiva hacia la igualdad en los primates no humanos, claramente contrarios a las desigualdades, lo que significa que el rechazo a la injusticia está más anclado en los instintos de nuestra especie que en nuestra cultura. Tal como explican los artífices de esta investigación, que publica la revista Nature, el descubrimiento de este sentido de la justicia en los primates contradice las teorías económicas clásicas, según las cuales los individuos persiguen por encima de todo la satisfacción de sus particulares necesidades primarias.
Revisión teórica
Sin embargo, para estos primates sociales y sociables, el afán de lucro de un pepino es menos importante que el rechazo psicológico que inspira una retribución injusta por un trabajo, lo que desvela una actitud completamente irracional para los economistas. Lo que refleja esta investigación es que para decidir si entran o no en un intercambio económico, los primates evalúan no sólo el atractivo de la recompensa, sino también que la comparan con la que reciben sus semejantes respecto al trabajo realizado.
Según esta investigación, cuando los individuos actúan en estado natural, sin condicionamientos culturales, buscan con la misma intensidad que la satisfacción de sus necesidades la cooperación con sus semejantes y unas relaciones de igualdad entre ellos.
Esta constatación obligará a revisar las teorías actuales, basadas en la competencia entre individuos para satisfacer las necesidades, para integrar otras motivaciones en los comportamientos económicos de nuestra especie.
Extraído de: http://www.tendencias21.net/Los-primates-tienen-un-sentido-de-la-justicia-similar-al-de-los-humanos_a219.html
sábado, 9 de octubre de 2010
ANARQUISMO Y LUCHA ANTIALCOHÓLICA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Durante la Guerra Civil Española, en la línea del frente de Huesca, las Juventudes Libertarias de Barbastro cuelgan una serie de carteles con el siguiente texto:
“EL BAR: anquilosa, es el vivero de la chulería, CERRÉMOSLE.
LA TABERNA, atrofia y degenera el espíritu combativo, CERRÉMOSLA.
EL BAILE, es la antesala del prostíbulo, matando las energías del joven luchador, CERRÉMOSLE.
CINES Y TEATROS, una misión: labor antifascista: de lo contrario, CERRÉMOSLO. Todo ser que frecuente estos lugares es merecedor del desprecio" ¡ABAJO EL PARASITISMO!” [1].
Analizando la prensa anarquista del momento, observamos críticas similares a los centros de diversión, “a la situación cafeteril, la obsesión por el bar y la gramola”. Bares, cafés y cabarets son percibidos como lugares defendidos y apoyados por el capitalismo, donde el vicio, “de origen y promoción puramente fascista y clerical, hace desgastar las energías de los luchadores y provoca escándalo entre aquellos que quieren ganar la guerra y hacerla revolucionaria” [2]. Incluso se producen incidentes violentos, como diversos ataques de milicianos a cafés y tabernas en Lérida, donde “pusieron las mesas patas arriba, y por poco no hicieron lo mismo con sus pacíficos concurrentes” [3]. Estos ejemplos muestran la importancia que para los anarquistas tiene en esos momentos la lucha contra el alcohol y contra los centros públicos de diversión [4].
Una primera y simplificada explicación a este hecho se centra en la importancia que en todo conflicto tiene la retaguardia, que ha de ser vista como un ejemplo moralizante. En general, se solicita una templanza que sea modelo para el frente y muestra de solidaridad con los combatientes, por lo que son frecuentes las críticas a las actitudes frívolas que en ella se producen: en la zona republicana encontramos varios ejemplos, alguno tan temprano como el de Milicia Popular, que ya en octubre de 1936 exige que “se ha de acabar con la vergüenza que ofrecen las terrazas e interiores de los cafés, atiborrados siempre de elegantes estrategas que, entre sorbo y sorbo de cerveza, opinan sobre la marcha de las operaciones y comentan despectivamente las medidas que el gobierno adopta” [5].
El diario ABC denuncia los incidentes que se producen en los cafés de Madrid, como al que hace referencia en un artículo titulado “Falsos combatientes y falsos señoritos”, de febrero de 1937: unos individuos, que se presentan como combatientes, intentan detener a los soldados que descansan en algunos bares y cafés, acusándoles de traidores emboscados y de señoritos. Incluso el diario difunde algunos lemas como “el verdadero miliciano no toma café con ametralladora” [6] o “el verdadero miliciano no se hace el héroe en la calle de Alcalá” [7].
En marzo de 1937, la campaña Pro Ejército Popular lanzada en Tarragona tiene, entre sus principales objetivos, estructurar la vida de retaguardia “a fin de terminar con la despreocupación y alegría en que se vive y hace vivir la guerra; misión suya sería también la de cerrar los cabarets y espectáculos que no tengan como fin un objetivo para la guerra, así como prohibir los bailes de los domingos” [8].
Valencia, la nueva capital republicana, es vista desde la sitiada Madrid como un ejemplo escandaloso a no seguir en tiempos tan difíciles. El ABC recoge un artículo de Fragua Social de Valencia, con el elocuente título de “Pero, ¿esto es una verbena?”, donde se dice lo siguiente: “Si esto no es una verbena, se le parece mucho. Creemos que ha llegado el momento de tomar en serio estos problemas de la frivolidad. Da grima contemplar Valencia. Por doquier canciones, música de radio, bullicio, alegría desbocada, palabras sin sentido, desenfado, euforia… y la guerra no se ha ganado todavía, ni se hallan lejos los frentes, ni está despejado el horizonte por completo… Esto ¿Qué es? ¿Vivimos en un país de locos o se nos quiere volver locos a los demás? Imitemos el ejemplo de Madrid y sirva de modelo la moral de su retaguardia. Pesimismo, no; pero inconsciencia, tampoco; la guerra lo exige”. Y parece ser que esta animación tanto de día como de noche era algo que sorprendía a los que llegaban por primera vez a la capital levantina: “los cabarets estaban abarrotados, desde que se abrían a primera hora de la tarde, hasta que cerraban mucho después de la medianoche”, afirma un diplomático británico [9],[10].
En la zona nacional encontramos situaciones similares. Un tal capitán Nemo critica en el ABC sevillano que, frente a la idea de que una retaguardia normalizada, con gente paseando por las calles, riendo y tomando aperitivos, es un orgullo al demostrar que en el territorio nacional reina el orden y abundan las provisiones, es “necesario y obligatorio vivir la guerra desde las entrañas de nuestro ser y con todas las potencias de la personalidad, porque los que batallan en los frentes exigen de nosotros esta solidaridad entrañable” [11]. También se publica una nota en la que denuncia que la frivolidad no debe llegar a considerarse delito de alta traición, pero es un cómplice y un encubridor de tal delito: “No lo olvides tú, niña bonita e insustancial que, cuajada de cintajos y de emblemas, te dedicas a enervar de diversos modos a los combatientes de la Cruzada. Al proceder así, no eres en el fondo más que un agente de descomposición de la moral severa exigida por la guerra” [12].
Algunas autoridades locales se apresuran a decretar el cierre de cabarets y cafés de camareras, argumentando que “no son los momentos que vive España de diversión ni mucho menos de vicio”. La Voz de Asturias exige: “queremos un Oviedo con menos prostíbulos y más amor a Dios y a la Patria”, y prestigiosos articulistas critican “un espíritu frívolo de intriga y cocktail”, afirmando que “los muertos por Dios y por España se alzarán contra la reedición barata, pero corregida y aumentada, de la mentalidad de music hall” [13].
Anarquismo y alcohol
El anarquismo va más allá, como lo demuestra el hecho de que la lucha contra el alcohol sea un elemento transversal a esta ideología, ya desde sus inicios. Las bebidas alcohólicas son presentadas desde los primeros textos fundadores como un siniestro veneno, que los Borgias capitalistas destinan a mantener embotadas, lejos de la revolución, las voluntades de los trabajadores: “estupefactado por el tóxico, no siente el peso de sus cadenas y la degradación de la esclavitud”, afirma un tratado antialcohólico con el elocuente título de “El veneno maldito” [14]. “Trabajadores, ¡no bebáis! ¡Cuántos obreros, pésimos padres de familia y peores maridos, olvidando los más sagrados deberes, derrochan la mitad o un tercio del ya escaso jornal que perciben, en libaciones alcohólicas, en la taberna, en el juego, dejando los hijos y la mujer sin pan, forzados al ayuno y víctimas de todas las tribulaciones de la vida!”, proclama igualmente una conocida publicación anarquista [15].
El alcohol es visto como una terrible arma del enemigo que hay que combatir, porque “a mayor núcleo de bebedores, mayores ventajas de sometimiento, ya que poco a poco la bebida quita la energía, la salud, la nobleza y el entendimiento y, lo que es peor, el sentido de la dignidad” [16]. Producto y sostén del régimen capitalista, el alcoholismo no desaparecerá más que con él. El efecto no cesará mientras persista la causa. Incluso, el alcohol es visto como un temible competidor de la propia ideología revolucionaria: según Bakunin, los peligros del alcohol podían hacer fracasar la revolución al ver los trabajadores en su consumo una salida errónea a su denigrante situación y una manera fácil de escapar de las miserias del capitalismo. “Para escapar de su situación (refiriéndose al pueblo) hay tres métodos, dos quiméricos y uno real. Los primeros dos son la taberna y la iglesia, libertinaje del cuerpo o libertinaje de la mente; el tercero es la revolución social” [17].
El rechazo de algunos valores considerados degradantes y la visión utópica de una nueva sociedad han hecho que algunos historiadores hayan visto en el movimiento anarquista español un carácter primitivo o milenarista. Así, se habla de “puritanos austeros que impulsaban imponer el vegetarianismo, la abstinencia sexual y el antialcoholismo a uno de los campesinados más atrasados de Europa” [18].
Esta visión ha de ser rebatida ya que, en contra de lo que afirman algunos textos sobre el celo de los anarquistas, la mayoría de los dirigentes locales y asistentes a los ateneos y sindicatos creen en la moderación, no en la abstinencia. El obrero consciente, el anarquista dedicado que simbolizaba el espíritu y el conocimiento necesarios para crear la nueva humanidad, evita el juego de cartas en el bar, no va a burdeles, no acude a misa ni bautiza a sus hijos, y bebe con moderación.
José Monroy, dirigente de Casas Viejas, defiende que uno puede beber un poco, pero no demasiado, para no emborracharse [19]. La embriaguez es mal vista por los anarquistas, y esta postura ha sido considerada por algunos historiadores como la causa de que, en comparación con el caso inglés, el alcoholismo sea un problema menor en el proceso de industrialización español [20].
Debemos hacer mención también a la interesante relación que se establece en los años veinte y treinta del siglo XX entre anarquismo y naturismo. El naturismo -tanto lo que se refiere a aspectos alimentarios y de medicina natural como de contacto con la naturaleza- tendrá una influencia muy importante en muchos pensadores anarquistas, tal como queda reflejado en revistas como Helios o Iniciales. En ese contexto, el rechazo al alcohol y al tabaco se hacen evidentes: “El obrero que ha de respirar en el trabajo atmósferas malsanas… mal puede naturalizar su vida y sus costumbres. Más, a pesar de todo le es dable evitar múltiples influencias nocivas a su salud, como el alcohol, el tabaco, la taberna, desaseo, y practicar otras beneficiosas, como la salida al campo en busca de sol y de aire puro, escoger entre los despojos alimentarios los menos perjudiciales”. O este otro, dirigido a los jóvenes para fomentar entre ellos el nudismo: “Ponte en contacto directo con la naturaleza en aquellos momentos que la lucha por el pan te dejen libre… Huye de bares y cafés; aparta de ti el tabaco y el alcohol, que te embrutecen y enferman” [21]. De acuerdo con el discurso eugenista dominante en aquel momento, hay que propiciar los factores eugénicos que potencian la condición física e intelectual de los individuos (actividad física, buena alimentación) y neutralizar los disgénicos: el alcohol, el tabaco, las enfermedades venéreas y, sobre todo, destruir su causa primera: la miseria.
Alcohol en la Guerra Civil española
La Guerra Civil Española (como en tantos conflictos bélicos de larga duración) conlleva un aumento del consumo de alcohol en cada uno de los bandos enfrentados, tanto en el frente como en la retaguardia [22].
Durante toda la guerra, el vino (y por extensión, el resto de las bebidas alcohólicas) es considerado como una parte esencial de la alimentación del individuo por el aporte calórico que se supone le otorga. No en vano, así lo recogen distintos tratados médicos e higienistas de la época, e incluso la propia tradición castrense.
Desde los manuales españoles de Higiene Militar se proclama que el vino “podrá tolerarse especialmente en campaña para mantener la fuerza física, energía moral y una cierta euforia, que en ciertas circunstancias puede ser útil” [23]. A lo largo de todo el conflicto el vino forma parte de las raciones reglamentarias de campaña, siendo sustituido por cerveza o sidra en ocasiones extraordinarias. En los primeros meses de la guerra, el consumo de alcohol es, incluso, más elevado: un informe de un capitán de Intendencia del Ejército franquista del Norte indica que, a fecha de 2 de Noviembre de 1936, se han suministrado ya a sus fuerzas 600.000 litros de vino a razón de medio litro por hombre y día, el doble de la ración reglamentaria, un paquete de tabaco cada tres día y en dos ocasiones puros y anís [24].
Ante el elevado consumo, el Intendente General de Burgos llega a afirmar, en abril de 1937, que “el actual consumo de vino alcanza un volumen tan considerable que no es aventurado afirmar que de continuar en la misma proporción se podrían tener dificultades”. Hace mención al agotamiento de las reservas, la falta de envases, la dificultad del transporte y la mala cosecha de los dos últimos años, y propone reducir la cantidad de vino que se suministra al frente y la supresión de este producto en las guarniciones de retaguardia. La respuesta del General en Jefe del Ejército del Norte, escrita a mano sobre el mismo informe, es tan escueta como contundente: “se dispone que, habiendo vino en abundancia, no se dé por recibida” [25].
El ejército franquista tratará de establecer un férreo control sobre la producción y, así, en agosto de 1938 el Ayuntamiento de Zaragoza recibe un telegrama de la Quinta Región Militar donde se le comunica que todas las existencias y la producción de cerveza de la ciudad son intervenidas por el Ejército para no dejar desabastecidos los hospitales militares [26].
En la zona republicana, el despilfarro de alcohol y otros bienes al inicio de la guerra es también importante, obligando a tomar medidas, tanto disciplinarias como disuasorias. Muestra de esto último es un cartel con la imagen de un miliciano y, en la parte inferior y tirados en el suelo, una botella que vierte vino y medio pan. El texto alusivo dice: “¡Milicianos! No desperdiciéis municipios, ni víveres, ni energía”. En Milicia Popular se afirma, dos meses después del levantamiento militar, que han llegado a los frentes de batalla hasta dos millones de botellas de cerveza, aunque muestra también la queja de los camaradas que trabajan en las fábricas productoras al no devolverse nunca los envases, con el consiguiente perjuicio [27].
Esa situación de despilfarro inicial y los problemas en la retaguardia provocan en ocasiones en el Ejército Popular problemas graves de intendencia como en el caso de la Brigada 153 mixta, ex columna Tierra y Libertad, donde se llega a establecer en Septiembre de 1937 un racionamiento de vino y otros productos, lo que provoca las protestas de los soldados (“se nos ha tachado de incompetentes, de enchufados, de ladrones, de canallas”, afirman los encargados de la intendencia de la Brigada) [28]. Un testimonio de un brigadista norteamericano explica, no obstante, que entre los militares republicanos más concienciados “había, en efecto, una actitud puritana respecto al alcohol y al sexo. Emborracharse o contraer una enfermedad sifilítica debilitaban no sólo al individuo, sino también al propio ejército. Ambos hechos eran frecuentemente comparados con las heridas que uno mismo se producía o con las lesiones por negligencia” [29].
Aunque, como hemos visto, desde ambos bandos se anima a sus respectivas retaguardias a que soportaran las penurias con dignidad, en este contexto bélico de drama, carestía y sacrificio no es de extrañar que la población (civil y militar) buscase refugio en la sustancia embriagante que más accesible le resultaba: el alcohol.
Por su parte, la sección A remarcar del Diari de Tarragona constata el aumento en la venta de bebidas alcohólicas para ser consumidas por la población civil en el domicilio, y, “al ser interrogados los compradores sobre los motivos de esta esporádica acción, han manifestado que la bebida les hace más soportables muchas preocupaciones, especialmente las que hacen referencia al problema de las provisiones” [33]. Vinos y bebidas espirituosas se convierten en un producto muy cotizado en las ciudades de la retaguardia: en Tarragona, los precios de venta del vino pasan de 0,40 pesetas el litro en julio de 1936 a una peseta en octubre (el precio máximo oficial sigue siendo de 0,40), dos en julio de 1937, tres en octubre, 3,50 en enero de 1938, cinco en julio de ese año y hasta 7,50 en octubre [34]. Las autoridades tratan de controlar el comercio de este producto, aunque las denuncias y los decomisos son muy frecuentes.
Anarquismo y lucha antialcohólica en la Guerra Civil Española
Los acontecimientos del verano del 36 marcan un determinante punto de inflexión en el movimiento anarquista español: la lucha contra los sublevados, la tan esperada llegada de la Revolución y el dilema de la colaboración con el resto de fuerzas obreras y con las instituciones republicanas son los ejes básicos del anarquismo español durante la Guerra. En la tarea combinada de hundimiento del mundo existente y de construcción de uno nuevo, la lucha contra el alcohol ocupa asimismo un papel esencial.
En su lucha contra los vicios del mundo capitalista, los anarcosindicalistas defienden un saneamiento de bares, tabernas y salas de fiesta. El 13 de febrero de 1937 se cierran los dos cabarets que funcionan en Tarragona y se condiciona su apertura al hecho de que ofrezcan “un espectáculo decente”, esto es, “un espectáculo socializado de varietés, comedia etc., completamente artístico, moral y con taquilla, excluyendo lo obsceno y de vicio que consistía en alternar oculta o abiertamente con las personas de distinto sexo, con los consiguientes abusos de bebidas y alcoholes que embrutecen y degradan al hombre” [37].
En la localidad vecina de Reus, el Sindicato Único de Espectáculos Públicos consigue la reapertura del local Edén Concert a condición de que se realicen mejoras en la higiene del local y la prohibición de servir consumiciones de cualquier tipo [38]. Proponen por otra parte fomentar una campaña antialcohólica por parte de los sindicatos de sanidad anarquistas con conferencias y charlas y, asimismo, defienden como alternativa a la prostitución, a los bares y cabarets, la asistencia a centros culturales, bibliotecas, centros instructivos juveniles, ateneos, centros racionalistas y sindicatos de la CNT, buscando al mismo tiempo sanas opciones para los músicos y las prostitutas. Unas alternativas que han de considerarse como poco exitosas, dada la cantidad de textos donde se critica “las conductas ávidas de diversión, el derroche de vida en los cafés... mientras mueren los soldados en el frente de batalla” [39],[40].
Desde la perspectiva anarquista se aprecia en estos tiempos de guerra una visión diferente a la tradicional sobre el problema del alcohol y el alcoholismo. El alcohólico ya no es un enfermo, víctima de la explotación capitalista; ahora es un traidor a la Revolución: “En estos momentos de inquietudes supremas, no debe tolerarse las borracheras. El borracho es un ser despreciable que hay que aniquilar -afirma el semanario Agitación-. El que se emborracha en estos momentos deja de ser un camarada para convertirse en un enemigo” [41]. “Un borracho es un parásito. ¡Eliminémosle!”, exige un cartel del Departamento de Orden Público de Aragón.
Los incidentes causados por borrachos en Madrid y Barcelona son frecuentes, y los castigos, para los anarquistas, necesarios. Es el caso de un empleado de la Cooperativa de Trabajadores de Pescados al por mayor, de Madrid, que tras presentarse borracho al trabajo es suspendido de paga por un mes [42]. Un importante dirigente sindicalista es también denunciado por otros compañeros por ser visto frecuentemente embriagado por las calles de Valencia, y así ve frenado su ascenso a la Vicesecretaría del Comité Nacional de Tabacos “por sus errores y defectos perjudiciales para la causa libertaria” [43].
Un ejemplo del interés anarquista por la búsqueda de alternativas adecuadas a la producción de vino, esencial para la economía de muchas regiones españolas, es el fomento de productos no alcohólicos, como el mostillo, muy limitado no obstante por la carencia tan evidente de harina. Otro ejemplo es la creación en el año 1938 por parte de la Federación Regional de Campesinos y Alimentación del Centro del llamado biol-uva, el “no pasarán de la anemia”, una salida a la uva distinta a la de hacer vino, y que “proporciona a la España leal un alimento sano y nutritivo”. En un folleto promocional alaban las cualidades del producto, un mosto de uva concentrado, fabricado en Manzanares, y que, además de solucionar los problemas de abastecimiento, solucionaría la crisis vitivinícola, mejoraría la salud, se podría exportar y, finalmente, combatiría el alcoholismo por medios indirectos, los más eficaces: “con un litro de mosto concentrado puede cenar una familia de seis personas con algo de pan. Con el equivalente en vino (tres litros) no sólo no cena nadie, sino que, al no tener otra cosa, saldrían todos borrachos”. Los inconvenientes, no obstante, resultan numerosos: ni la calidad (pésimo sabor a arrope), ni la cantidad de producción son las adecuadas, e incluso la delegación de abastos del Ayuntamiento de Madrid paraliza durante mucho tiempo su distribución en la capital por considerarlo como un vino-mistela o bebida comparable a cualquier otra alcohólica [44].
Una de las áreas donde el anarquismo se mantiene más activo durante la contienda, convirtiéndolo en uno de sus más importantes medios de propaganda para su ideología y su visión de la nueva sociedad, es el cine. La producción y distribución cinematográfica de la República está inicialmente en manos de la CNT-FAI gracias a la fuerza de su rama de espectáculos: el Sindicato Único de Espectáculos Públicos, mayoritario en el sector.
La importancia del cine y su utilidad pedagógica es resaltada por distintos líderes anarquistas como Josep Alomá, conseller de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, quien considera que se debe programar un cine con títulos de “tendencia social” que sirviesen “a la obra constructiva revolucionaria”, rechazando por tanto las películas de finalidad puramente comercial” [45].
Coincidente en sus planteamientos, la productora anarquista SIE Films decide realizar una serie de “películas educativas” dedicadas a la “higienización de las costumbres”, esto es, la presentación de la lucha entre los obreros virtuosos y el capital, secuestrador de las conciencias y remunerador de vicios y virtudes, “que ha condenado a muchos al alcoholismo, al hospital, al presidio o a la prostitución de sus compañeras” [46]. De entre los largometrajes destacamos “Barrios bajos”, de Pedro Puche (1937), ambientado en un lugar tan denostado por los anarquistas como los bajos fondos, y donde se intentan reflejar “las dramáticas pugnas entre productos de relajación y seres que no se contaminan de las impurezas del medio” [47]. Esta película incorpora referencias abiertas al consumo y tráfico de cocaína por primera vez en el cine español.
En la relación de títulos producidos por SIE Films también hay referencias a una serie de cintas cortas, de unos veinte minutos de duración y consideradas como películas de complemento, que desgraciadamente se han perdido en su mayoría, pero que reflejan sin duda la visión anarquista sobre los vicios de origen capitalista. Su objetivo es remover la conciencia del público sobre estos temas. Así, “Prostitución”, según el melodrama de Luís Fernández Ardavín y dirigido por V. Catalán, se presenta como “una firmísima y bien fundada diatriba contra la lacra social que da nombre a la producción”. Por su parte, “Como fieras”, también de V. Catalán, es “una viva y acerada crítica contra el alcoholismo, poniendo de relieve los estragos de tan funesto vicio, tanto en el organismo individual como social”. “La última”, de Pedro Puche, es un “apunte jocoso-serio”, según reza un rótulo a su inicio, que se dedica también al mismo problema que la anterior. Estas dos últimas películas no llegan a estrenarse ya que se estima que su realización es pésima y su oportunidad ideológica discutible [48],[49].
Junto al cine, también el cartelismo -fundamental en una sociedad con un grado de analfabetismo tan elevado- es fomentado como medio de instrucción y de propaganda. Un ejemplo es un cartel, editado por el Sindicato de las Industrias Agrícolas, Pesca y Alimentación de CNT-FAI, donde se presenta a un adormilado fumando, abrazando una botella, y con un vaso de vino y unas cartas de baraja en primer plano. El texto acompañante es elocuente: “¡Obrero! El vicio te conducirá a la desesperación y la locura. EVITALO”.
Del paso de la CNT por el gobierno republicano quedan pocas huellas. Su breve participación (entre noviembre de 1936 y mayo de 1937) y la difícil situación de la República hacen que sea más significativo el hecho mismo de esa participación de anarquistas en un gobierno que su actividad real [50]. En todo caso, resaltamos la importancia de la figura de Federica Montseny, ministra del nuevo Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, constituido el 4 de noviembre de 1936 con retazos de Trabajo y Gobernación. Además de por abordar el ingente problema de los refugiados, Montseny destaca por su política sanitaria orientada hacia la medicina preventiva. Se considera que la asistencia médica socializada y las medidas sanitarias preventivas deben ser las nuevas claves de desarrollo, con vistas a ofrecer una higiene global y una respuesta social a las necesidades sanitarias de la población. Como la misma Montseny afirma en un discurso celebrado en el Teatro Apolo de Valencia el 6 de junio de 1937, “en Sanidad procuré, como política sanitaria, prevenir las enfermedades para no tener que curarlas, localizar el foco infeccioso para no tener que curar las epidemias, estar siempre atenta para que los casos, ensanchándose, no constituyan un problema” [51]. También proclama su frustrado deseo de haber luchado contra aquellos males fruto de las desigualdades sociales y económicas, como la prostitución. La lucha contra el alcoholismo, evidentemente, hubiera estado incluida en esa estrategia.
CONSIDERACIONES FINALES
A pesar de todos los esfuerzos citados anteriormente, podemos afirmar que la mayor parte de estas medidas no consiguieron sus objetivos. Entre las causas que nos permiten explicar este fracaso, destacamos las siguientes:
1. El contexto político de la Guerra Civil no es en absoluto el más adecuado. Las prioritarias necesidades bélicas y las luchas políticas internas en la zona republicana, que culminan en los Sucesos de Mayo de 1937, marcan la derrota de las tesis revolucionarias anarquistas y limitan su peso político y sus posibilidades de acción. A esto hay que sumar las dificultades internas de los grupos anarquistas, con una afiliación en masa al inicio de la guerra de personas poco concienciadas, que desdibujan el compromiso personal de sus afiliados. Como ejemplo ilustrativo -en este caso referido al tabaco-, podemos citar la indignación de un antiguo militante de la CNT que, al volver del frente, observa que sus compañeros de retaguardia se dedican a especular con cigarrillos, un bien muy preciado y disputado [52].
2. Por otra parte, la derrota de los insurgentes en buena parte de España y el papel de las milicias armadas de las organizaciones sindicales, que controlan al inicio gran parte del poder en la zona republicana, hacen que las incautaciones y las colectivizaciones de tierras (entre ellas las vitivinícolas) y negocios (entre éstos los del ramo de la hostelería) sean muy numerosas. Esto implica, lógicamente, que existiera una preocupación económica para conseguir rentabilizar las explotaciones, y eso no resulta suficiente en absoluto, como hemos visto, con productos no alcohólicos derivados de la uva. La ya citada Federación Regional de Campesinos y Alimentación del Centro trataría de solucionar la crisis vitivinícola -previa a la guerra- mediante la mejora de la calidad de los caldos y el fomento de la producción de vinos generosos y licores, potenciando incluso la fábrica de anís establecida en Madrid y propiedad de la propia CNT, a pesar de las muchas dificultades (imposibilidad de adquirir calderas, carencia de anetol -esencia de anís-, etc.). También, a pesar de las dificultades de transporte, trata de hacer llegar a la capital grandes cantidades de vino para venderlas en las bodegas y tiendas colectivizadas, inactivas por carecer de tan preciado producto. De hecho, entre el 30 de octubre y el 26 de diciembre de 1937 sólo pueden llevarse a Madrid unos 250.000 litros, cantidad insignificante, habida cuenta de la demanda existente, y el problema se acentuaría durante todo el año 1938 [53]. Esto provoca algunos problemas de conciencia entre los afiliados: un articulista concienciado de la publicación ilerdense Acracia se indigna porque los comerciantes se han atrevido a trivializar los iconos revolucionarios para vender sus productos: “Anís El miliciano, Papel de fumar CNT, Precios antifascistas, Café 19 de julio, he aquí la nueva terminología del comercio… En un bar de los que llevan aval de control obrero, y se consume mucho coñac, leemos este cartel: compañero, este establecimiento te pertenece; engrandécelo” [54].
3. Y, finalmente, hemos de señalar un tercer aspecto esencial: la consideración social del alcohol es, en estos momentos, tremendamente positiva. Además de la propia situación de guerra, ya de por sí causante de procesos emocionales que pueden abocar al alcoholismo, hay un factor que refuerza su valor social: los mitos erróneos vinculados a la bebida y que, en cierto modo, todavía siguen vigentes en nuestros días. El alcohol es visto como un alimento básico, un reconstituyente, un euforizante, un analgésico, un buen remedio contra el frío o, simplemente, una sustancia que permite evadirse de tan despiadada realidad [22]. Un último caso puede servirnos de ejemplo y, quizás, de conclusión: frente al intento de intervención, ya al final de la guerra, de todas las flemas y alcoholes procedentes de residuos de vinificación por parte de la Subsecretaría de Armamento de la República para cubrir las necesidades bélicas, la Federación campesina anarquista responde que, si se aceptara, se habría de paralizar su producción de aguardientes y licores, y que “es cierto que no son considerados artículos de primera necesidad pero, en las actuales circunstancias y dado el esfuerzo que es preciso exigir a los trabajadores y combatientes, a veces no alimentados tan perfectamente como fuera de desear, casi deben alcanzar tal consideración” [55].
http://www.memorialibertaria.org/valladolid/IMG/pdf/ANARQUISMO_Y_LUCHA_ANTIALCOHOLICA_EN_LA_GUERRA_CIVIL_ESPANOLA.pdf
Autores:
Mariano Lázaro Arbués 1, Manuel Cortés Blanco 2
(1) Licenciado en Geografía e Historia. Profesor de Geografía e Historia.
IES Salvador Vilaseca. Reus (Tarragona).
(2) Doctor en Medicina. Servicio de Medicina Preventiva.
Hospital General de la Defensa, Zaragoza.